La madre de Marco

09 abril 2007

Desconocidas

Igual es que veo demasiado el canal Sci Fi de Digital +, pero últimamente aparecen por mi vida personajes desconocidos que me revuelven la existencia, pululan por mis sentimientos y acaban por esfumarse. Hubo hace poco una chica que me prometió amor eterno y un día, al despertar, descubrió que necesitaba borrarme de su agenda. A otra confieso que la he buscado yo, pero todo lo que la rodea es una incógnita que no sé si me atrevo a despejar. Y hay una tercera que ha irrumpido sin avisar, así de pronto, y amenaza con dejarme heridas.

Servidor se siente mayorcete, avanzando sin freno hacia la estación de los 35, y empieza a descubrir que, a estas alturas del juego, hay quien siente auténtica devoción por los disfraces, por colocarse corazas y jugar a los mensajes cifrados. Eso sólo funciona (o al menos resulta recurrente) si de la combinación de tu nombre y apellido resulta algo así como Ingrid Bergman o Lauren Bacall. O si el suelo que pisamos es la Casablanca de Bogart, o la sinuosa posguerra de una Alemania deshilachada. Que no es el caso, creo...

No sé por qué se desvaneció una de ellas, ni si seré capaz de profundizar en otra, ni por qué me colocan anzuelos que pueden arañarme si me atrevo a rozar. ¿Por qué cotiza tan a la baja la sinceridad? ¿Por qué siempre me equivoco de estación? ¿Por qué me da miedo montarme en algunos trenes si lo que me agobia es que pasen todos de largo?

6 Comentarios:

  • ¿De verdad crees que no merece la pena intentarlo? Es cierto que a nuestra edad ya no estamos para tonterías, pero creo que todos tenemos siempre nuestros miedos. Por eso quizá nos encondemos tras una serie de máscaras, para protegernos y no sentirnos vulnerables.
    Pero pienso que, en el fondo, nuestro corazón nos dice cuándo debemos arriesgarnos; sin riesgo no hay triunfo, eso está claro. Yo me tiré a una piscina que podía muy bien haber estado vacía, pero algo en mi interior me decía que no me iba a equivocar. No sé, cada uno es cada uno y las experiencias vividas son las que nos determinan muchas veces a actuar; pero si algo sé es que el miedo agarrota y paraliza.
    ¿Quién sabe? ¿Quién te dice a ti que en uno de esos trenes no se esconde una persona que, como tú, no sabe si debe seguir dentro o mirar hacia fuera, para descubrir una estación desconocida y maravillosa?
    Como decía aquel, "escucha a tu corazón". Rara vez falla.
    Mucha suerte. Espero, sobre todo, que no te hagan sufrir.
    Besos, Craso.

    By Anonymous Anónimo, at abril 09, 2007 8:00 p. m.  

  • Mira el lado positivo, Craso. En los últimos meses empiezan a moverse ciertas arenas que habían estado solidificadas durante muchos años (vaya, me salió la vena minera, jeje). Ahora que te estás dedicando tiempo a ti mismo, que estás contactando con tu corazoncito, se empieza a vislumbrar un poco de luz al final del túnel.

    De todas formas no es fácil. Ni para ti, ni para nadie. Todos nos acomodamos, y si a los treinta y tantos resulta más difícil que te contraten de becario, con el amor ya... ni te cuento. Además, la experiencia me dice que en los asuntos sentimentales, todos nos volvemos un poco... viscerales (bonito pareado). Tal vez hay gente que viene de vuelta cuando tú vas, y se protegen de lo que nada tiene que temer. Pero a ciertas edades, la vida se complica, y el que más y el que menos procede de una ruptura, o está divorciad@, o vete tú a saber qué.

    No te lo tomes como algo personal, Crasito, porque le pasa a todo el mundo (para mí también fue difícil, mucho). Esto es tan complicado como todo lo demás (casa, trabajo, etc.), pero el momento llega, siempre llega. Sólo es cuestión de que la persona adecuada descubra lo afortunada que sería estando con alguien como tú.

    Un abracito, y aunque solemos hablar poco de temas TAN personales, te digo de corazón que ya sabes donde estoy si me necesitas. Yo no te preguntaré, aunque me alegrará saber que estás bien ;-)

    Carlitos

    By Blogger Carlitos Sublime, at abril 10, 2007 4:22 p. m.  

  • No te conozco, lo sé...es arriesgado afirmar ésto, pero por lo que escribes pareces inteligente, así que si has cogido trenes equivocados será porque hasta ahora no has querido ir a ningún sitio en especial. Quizás a partir de ahora sí. Quizás no vuelvas a coger un tren equivocado. Quizás ya sabes dónde quieres ir y en qué tren.
    De todos modos, Craso, nunca se sabe muy bien cuantos transbordos serán necesarios ni en qué estación se va a terminar.
    Quizás lo importante sea, simplemente, el viaje.
    Un beso

    By Anonymous Anónimo, at abril 13, 2007 3:32 a. m.  

  • Estas cosas son dificiles a los 25, a los 35, a los 45 y esto es porque en el fondo todo el mundo tiene miedo a salir mal parado.
    Espero que encuentres a alguien que, como tú, no tenga miedo a intentarlo. Espero que encuentres a alguien que, como tú, se haya equivocado muchas veces de tren.
    Suerte y ánimo, hay muchos más, como tú y como yo, que seguimos buscando!
    Besos

    By Blogger Bea, at abril 21, 2007 12:23 p. m.  

  • fantastica tu ultima frase...!

    sera que me he identificado sin darme cuenta...

    y aqui sigo... en la estación y sin billete.

    besicos.

    By Blogger L_Y_R, at abril 24, 2007 10:51 a. m.  

  • Solo puedo decirte animo y que ya daras con la estación correcta.

    Y a ponerse el mono de trabajo como el Real Madrid.
    Pisa a fondo el acelerador, pero no te olvides de reducir cuando te acerques a una estación.

    Besitos

    By Anonymous Anónimo, at mayo 14, 2007 11:59 p. m.  

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